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La poesía de Malia trata del hombre como topologías inexploradas. Sus versos trazan senderos nada fáciles, con respiraderos, eso sí, que hacen de anclajes en la deriva lírica. El matemático Malia resuelve en paradoja la poesía o la memoria del poeta, "esos días para huir", y el poeta Malia convoca la desorientada cinta de Möbius o hasta el verdadero teorema falso de Gödel en uno de sus poemas más certeros, ese teorema que demuestra la igualdad que une al científico y al teólogo. Diálogo por fin entre matemáticas y poesía, por fin el poeta contra Platón de la mano de Pitágoras. Y otro acierto no menor de La cinta de Moebius es la respiración que reproduce con sus ritmos. "Cadencias de mar" los llama el poeta, pero son los ritmos de la inspiración, cuando sus pulmones se llenaban del aire que expirarán como una agonía. Ritmos orgánicos, entre el salmo y el hexámetro, en la poética de este joven y viejo creador que utiliza, aunque tampoco crea en ella, la palabra como camino. La cinta de Moebius no es más que su primer libro, sin embargo. Habrá más hitos.

Andrés Mencía (contracubierta de la primera edición)

Jesús Malia es matemático. Y un poeta incrédulo. No cree que exista un dios, desconfía de sí mismo y no encuentra la fe ni en Lenin ni en la economía de mercado. La conexión con sus debilidades, sin embargo, fue lo que le llevó a descubrir la poesía y, por tanto, a estudiar matemáticas, necesarias para hacer el balance de los restos del naufragio. Y poco más, salvo que nació en enero y con levante, preparando el cerco a los atunes que se esperan en abril en las playas de Barbate. Todo lo tiene por hacer y nada sabe. Ha sido el dolor, la soledad, la búsqueda del otro y en el otro, la celebración en los seres amados y la conmiseración, la crítica social, los fuegos artificiales o las fiestas interiores, en fin, la huella de la vida, una superficie, como la cinta de Möbius, de una sola cara y único borde, lo que ha ido dibujando esas originales formas geométricas, que bien pudieran ser los contornos de sus cicatrices, en cuyo interior ha escrito los poemas de La cinta de Moebius. Mañana, Jesús Malia continuará  escribiendo, es lo último que se sabe de él.

Andrés Mencía (solapa de la primera edición)